04 de agosto del 2013
“Generalmente ganamos la confianza de aquéllos en quienes ponemos la nuestra”. - Tito Livio
¿Qué es necesario para que la autoridad actúe cuando se le demanda?, acaso que se haga un escándalo mediático como el del niño tzotzil en tabasco, donde sea evidente el abuso de autoridad para poder intervenir, o casos donde haya ganancia publicitaria para el gobierno, como el caso de Ángel de María en Xalapa, en donde la ayuda no es producto de la casualidad, ni surge por generación espontánea; más bien es producto de la organización y coordinación de cientos de personas que levantaron la voz para exigir justicia el Estado Mexicano incapaz de actuar por decisión propia, omiso y corrupto desde sus bases.
Mientras la creciente presencia de delincuentes bien organizados buscan succionar los recursos de una sociedad cansada de atropellos e injusticias. El gobierno de Veracruz tienen la gran idea de instalar en delegaciones de tránsito, a marinos retirados, está gran solución resulta contraproducente por ser cargos altamente corruptibles donde la infiltración del crimen organizado en las dependencias del gobierno de Veracruz es evidente y los resultados esperados para enderezar el rumbo no son los esperados, al contrario, lo más temido por los ciudadanos se hace realidad, se alían las fuerzas para delinquir en nombre de la ley.
Los reclamos de la sociedad por los constantes abusos de autoridad por parte de estos servidores públicos, que protegidos por sus superiores se dedican a extorsionar a los ciudadanos, carecen de un receptor, ya que el gobierno hace oídos sordos a estas demandas, tal vez porque no le generan publicidad favorable a una decisión que fue tomada de buena fe, pensando que los elementos de la Marina Armada de México son incorruptibles; pero quien no aprovecharía una situación donde no hay quien supervise a la dependencia para exigirle cuentas de sus resultados, simplemente por el hecho de confiar ciegamente en la institución de la que proceden.
Tal vez la única manera de que el gobierno intervenga en un problema que ellos mismos crearon por no darle seguimiento al trabajo de individuos tentados por la ambición, es obligarlos a través del escándalo, dando a conocer sus actos, evidenciándolos a través de videos, fotos, conversaciones que puedan desenmascarar la verdadera identidad que ha sido protegida al brindarles la confianza que no se merecen en tiempos en los que priva la injusticia, y en los que resulta extremadamente peligroso tener la razón.
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